May 20 2020
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Vivir en una Passivhaus en tiempos de coronavirus
Según los últimos estudios, la contaminación del aire nos hace más vulnerables a los virus, de ahí la importancia del aire limpio que se respira en el interior de edificios passivhaus.
En esta época de pandemia mundial y confinamiento que nos ha tocado vivir, nuestro hogar adquiere una importancia añadida. Según los datos de Eurostat, el 66% de la población española vive en pisos, mientras que el 34% lo hace en adosados o casas aisladas.
Cierto es que nos ha tocado permanecer en casa en una estación bastante agradable, la primavera, en la que podemos mantener las ventanas abiertas sin problemas de cambios bruscos de temperaturas.
¿Cómo hubiera sido un confinamiento en verano? ¿y en invierno? Con todos los ocupantes de la vivienda en casa, trabajando, estudiando, jugando, con menor posibilidad de renovar el aire interior cargado que se genera sin “perder” calor o frío. Y tener que gastar más electricidad o gas para intentar conseguir un mínimo confort interior.
Parece bastante obvio, y más ahora, que el confort interior en la vivienda es MUY IMPORTANTE. No sólo en cuestión de temperatura interior, sino también en la calidad del aire que respiramos. Este aire afecta de manera directa a nuestra salud, por lo que es muy importante que sea un aire limpio y libre de la mayor parte posible de contaminantes y elementos nocivos.
Relación entre la contaminación atmosférica y la incidencia del coronavirus.
Según los últimos estudios realizados en distintas universidades como la Universidad Martin-Luther Hallo-Wittenberg, de Alemania, y la Universidad de Hardvard, existe una correlación entre la exposición a ciertos contaminantes del aire, como el NO2 (dióxido de nitrógeno y NOx óxido nitroso) y PM 2.5 ( La materia particulada o PM (por sus siglas en inglés) 2.5, son partículas muy pequeñas en el aire que tiene un diámetro de 2.5 micrómetros (aproximadamente 1 diezmilésimo de pulgada) o menos de diámetro. Esto es menos que el grosor de un cabello humano. La materia particulada, uno de los seis criterios de contaminantes del aire de la U.S. EPA, es una mezcla que puede incluir sustancias químicas orgánicas, polvo, hollín y metales. Estas partículas pueden provenir de los automóviles, camiones, fábricas, quema de madera y otras actividades.) fuente California Office of Environmental Health Hazard Assessment, y los datos de mortalidad por COVID-19 en las regiones de estudio.
Los resultados revelan que la exposición prolongada a estos elementos nocivos puede causar una alta incidencia de problemas respiratorios e inflamación de las vías respiratorias y es esto contribuye a las altas tasas de mortalidad de coronavirus en estas regiones.
Como bien dice el autor de uno de los estudios, El Dr. Yaron Ogen, “se trata de una primera indicación. Esta correlación ahora debe examinarse en otras regiones y ponerse en un contexto más amplio”.
Cómo afecta la contaminación ambiental a la salud
La contaminación del aire causa 7 millones de fallecimientos al año, los cuales responden principalmente a enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Está demostrado que la salud de las personas se ve afectada con la exposición a la contaminación en el aire, tanto exterior como interior. Esto hace que seamos más vulnerables ante los virus y otros patógenos, de forma general.
La importancia de aire limpio en nuestra vivienda, la ventaja passivhaus
Como ya comentábamos en artículos anteriores, las personas nos pasamos entre el 80 y 90% de nuestro tiempo en el interior de los edificios, por lo tanto, es primordial para la salud respirar una calidad de aire interior óptima.
Las viviendas passivhaus o casas pasivas disponen de un sistema de ventilación y filtrado que mantiene el aire interior limpio, libre de polvo, polen, bacterias, y contaminantes. Los habitantes de una casa pasiva consiguen que su organismo viva cada día en un ambiente completamente limpio y saludable.
En estos tiempos se está hablando mucho de la puesta en valor de los espacios libres en las viviendas. Tras el largo confinamiento de la sociedad española, parecen ser muchos los que a partir de ahora van a buscar viviendas con suficiente espacio interior y también con espacio exterior, la posibilidad de disponer de un espacio de patio o jardín se va a valorar mucho más, quizás también se valoren y pasen a ser prioritarias formas de vida donde prime más el individuo, el ser humano y su libertad, y su cercanía a la naturaleza. En este sentido, la unión del concepto de casa pasiva unido a la posibilidad de emplear criterios de bioconstrucción en nuestras viviendas, comenzará a tener cada día más valor.
¿Cómo funciona esta ventilación interior?
Al ser la vivienda passivhaus muy hermética, conseguimos que prácticamente todo el aire que entre en nuestra vivienda sea a través del equipo de ventilación.
El aire del exterior entra a través de un conducto al equipo de ventilación, pasando por el primero de los filtros. Este filtro limpia el aire de la contaminación exterior, insectos, polen, partículas finas, bacterias, esporas… existen distintos tipos de filtros en función de su capacidad de filtrado.
El aire exterior una vez filtrado, continua su camino a través del intercambiador de calor, lugar donde se cruza con el aire que extraemos de la vivienda, y nos llega a la vivienda limpio y atemperado.
Por otro lado, el aire interior de la vivienda se extrae por las bocas de extracción y pasa por el segundo filtro. Continúa por el intercambiador de calor y se expulsa al exterior.
Este ciclo de aire se produce de forma constante en las viviendas passivhaus, consiguiendo una calidad de aire optima en el interior. Dependiendo del filtro que coloquemos, obtendremos unos beneficios de protección frente a elementos dañinos presentes en el aire que respiramos. En el caso de un filtro F7 llegaremos a eliminar del aire interior que respiramos hasta el 95% de partículas nocivas para nuestra salud.
Beneficios directos de un aire limpio
Leyendo el articulo ya podemos deducir los muchos beneficios de tener una calidad de aire interior óptima.
Por un lado y lo que resulta más evidente en un primer momento, el confort interior que supone habitar un lugar con aire limpio, sin partículas, sin polen, incluso sin olores si se emplea el filtro adecuado. También conseguimos eliminar el exceso de CO2 tan perjudicial para nuestro bienestar.
Por otro lado, más importante y del que debemos ser más conscientes en estos momentos, es el beneficio en la salud.
Con un sistema de ventilación adecuado, como el que instalamos en nuestras casas pasivas, no respiramos contaminantes, bacterias o esporas que afectan negativamente a nuestro sistema respiratorio y cardiovascular debilitándolo y haciéndonos más propensos a presentar cuadros clínicos más serios ante virus y enfermedades.
Las viviendas passivhaus nos aportan la óptima calidad de aire que nuestra salud necesita, sobretodo en tiempo de coronavirus.
No sólo los autopromotores que se construyen una vivienda para sí mismos, sino los promotores profesionales que realizan viviendas para su venta a terceros, deben ser conscientes de cómo creando viviendas saludables y sostenibles, como las certificadas bajo el estándar passivhaus, crearan un valor de calidad y salud que será el que marque la diferencia a la hora de realizar sus ventas, contribuyendo a un mundo más humano, con un uso más racional de los recursos naturales disponibles, cuidando nuestra naturaleza no sólo a la hora de construir sino a largo plazo durante toda la vida útil de nuestros edificios.