¿QUÉ ES UN BLOWER DOOR TEST?
Un Blower Door test es un ensayo para determinar la tasa de infiltración de aire a través de la envolvente de un edificio. Es decir, permite evaluar la hermeticidad del edificio sometido al estudio.
La norma de aplicación es la ISO 9972:2019
EL EQUIPO BLOWER DOOR
El equipo para realizar los ensayos blower door está formado por un bastidor extensible de aluminio, una lona de nylon, un manómetro y un ventilador. Dependiendo del volumen del edificio a estudiar se emplearán más o menos ventiladores.
¿CÓMO SE HACE EL BLOWER DOOR TEST?
- Para iniciar el ensayo tendremos que tener todas las puertas y ventanas del edificio cerrados, así como selladas las salidas de la ventilación y cualquier entrada o salida de aire al exterior.
- El equipo lo tendremos ubicado en la puerta principal o en algún hueco de ventana, con el ventilador ubicado en el orificio que tiene la lona de nylon del equipo.
- Se registran las presiones base y se arranca el ventilador, el cual generará una diferencia de presión en el interior del edificio, que quedará leída por el manómetro.
- El objetivo es obtener la tasa de infiltración o n50 a una diferencia de presión de 50 pascales. Este dato lo obtendremos tanto presurizando el edificio como despresurizando.
- Una vez obtenidos estos resultados, podemos mantener el ventilador funcionando en modo crucero para localizar las posibles fugas con otros equipos como la cámara termográfica, el anemómetro o lápiz de humo.
¿PARA QUÉ SE NECESITA UN ENSAYO BLOWER DOOR?
- Medir la hermeticidad del edificio, así como la estanqueidad al aire
- Localizar errores de construcción o diseño
- Calcular las renovaciones de aire por hora
- Para certificar el edificio bajo el estándar passivhaus (limite de renovaciones en passivhaus es 0,6 ren/h)
¿COMO INFLUYEN LAS INFILTRACIONES EN UN EDIFICIO?
Las infiltraciones de aire no deseadas en cualquier edificio tiene un repercusión negativa y significativa en el consumo energético y en el confort interior.
Tener este valor controlado y limitado genera un ahorro energético, una mejora del confort interior, mejorando el aislamiento acústico y humedades y condensaciones. En resumen, una mejora de la calidad de la construcción.